jueves, 14 de junio de 2012

El hermano escondido

Ella siempre quiso un hermano mayor. Cuando salía de la escuela, veía que a sus compañeras las esperaba siempre un muchacho más alto y maduro. Les ayudaba a cargar la pesada mochila y las hacía reír con alguna broma.

Siendo la mayor de los primos paternos, la mayor de los primos maternos y la mayor de sus hermanas, a veces sentía necesaria una ayuda, o una guía relajada cuando hacía tareas. No sabía lo reconfortante que podía ser llorar en el pecho de un hermano mayor que la consolara si se golpeaba durante los juegos.

Cuando había reuniones familiares, a ella le encargaban el cuido de los más pequeños. En una ocasión la mandaron de visita a donde unos tíos. Conoció a sus nuevos primos, la llevaron de paseo y a comer fuera. Pero por la noche, unos amigos de los adultos querían salir a bailar. Así que, la declararon unánimemente como encargada de los cinco hijos de los amigos y de sus dos primos... Ha sido el paseo más agotador que ha tenido.

Sabe que pedir un hermano mayor es biológicamente imposible, por lo que inconscientemente, focalizó los menesteres de consuelo y seguridad en su mejor amiga.Le gusta que ella la defienda cuando alguien le hace daño. La busca cuando se siente triste o le cuenta las cosas que la enojan. Su amiga es capaz de darse de trompadas con cualquier niño o niña que la amenace, así que no le fue difícil tomar ese papel.

Pero, como a cualquier familiar, ella procura no preocupar a su amiga y le oculta algunas travesuras que hace para que no la regañe. Y, a veces, no le dice la completa verdad por temor a decepcionarla.

"¿Qué pasará si se entera mi amiga?", se pregunta. Y en esos momentos se da cuenta de que sigue necesitando a su hermano mayor.

Lo que ella no sabe es que muy adentro, muy adentro, cerca de su corazón, está esa figura que tanto busca. ¡Se le revela en muchas situaciones, especialmente en esas donde le toca cuidarse sola y defenderse de los tipos malos!

No hay comentarios: