domingo, 6 de enero de 2013

Sólo para lectores

Uno de mis programas de televisión favoritos, Página 2, incluye casi siempre una entrevista corta con músicos, actrices o celebridades a quienes les gusta leer. Yo me maravillo no sólo con sus respuestas sino con la certeza que hablan de títulos y autores. Me deja pensando cada vez que lo veo. ¿Será que yo podría contestar así de fácil a una entrevista como esa?, me pregunté un día.

Y entonces, me planteé el reto de intentarlo. Este fue el resultado:

LA PRIMERA VEZ
No tengo ubicada en mi memoria la primera experiencia con un libro, pues en mi familia el hábito de la lectura lo buscó cada quien por su lado. Sin embargo, sí recuerdo que en una librera de la casa encontré, tal vez a los 14 años de edad, varios títulos marxistas que llamaron mi atención (propiedad de mi papá). De entre ellos recuerdo uno de Materialismo Dialéctico que me devoré. Era una lectura compleja, para la cual tenía que hacer pausas largas en las que veía al vacío mientras digería la información, pero yo quedé con la sensación de haber descubierto la solución a los problemas de la humanidad. Nunca se lo conté a mi papá, porque no quería que ninguna de sus hijas tuviera contacto con esas ideas peligrosas de su juventud.
Goran Petrovic en la FIL de Guadalajara

UNA RECOMENDACIÓN
Bueno... no puedo ser definitiva. Siempre recomiendo lo que estoy leyendo, si es que me afecta enormemente. Por eso diré que Atlas descrito por el cielo es definitivamente un buen consejo. Me recuerda mucho al realismo mágico, sólo que el escritor, Goran Petrovic es serbio y eso le da a la magia un nuevo toque. Además, hay tanta dulzura e inocencia en sus relatos que para mí es imposible no enamorarme de ese corazón. (Para muestra, este botón).

CITA A CIEGAS
Virginia Woolf
¿Con qué escritor me gustaría tomar un café? Pues con Virgina Woolf o con Sylvia Plath. Me conformo con cualquiera. Tengo muchas preguntas qué hacerles acerca de sus "demonios" y me gustaría entender qué significado tenía para ambas la muerte.

DÓNDE Y CUÁNDO
Tengo un sillón que compré exclusivamente para leer, pero no lo uso. Siempre termino de espaldas sobre la cama. Y bueno, cuando tenía un horario de oficina, mi único tiempo disponible eran las deshoras. Con un par de libros me pasó que aprovechaba los semáforos en rojo para seguir leyendo, mientras conducía. Ahora, en esta nueva vida freelance, programé un horario para dedicarme a la lectura. Espero que me funcione.

COMPARTIR
Sylvia Plath
Me da mucho miedo compartir mis libros. Se los presto únicamente a quienes sé que me los devolverán, pero así fue como extravié El Túnel, de Ernesto Sábato (que nunca recuperé) y A sangre fría, de Truman Capote.

CLÁSICO PENDIENTE
Uff, de esta categoría tengo muchos. Pero voy a confesar el que más me avergüenza: El Quijote. Lo empecé, hace muchos años pero no lo terminé.

¿Y tú, cómo responderías a este cuestionario?

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