miércoles, 30 de octubre de 2013

Busco me

Sólo nos quedan unas semanas para terminar el semestre y todavía no me acostumbro a la idea de vivir en otra ciudad. Hay mañanas en las que veo a través de la ventana y me pregunto cómo llegué hasta aquí. ¿De verdad está sucediéndome esto o sólo lo estaré soñando? Otros días siento que estoy en El Paso desde hace un año.

Cuando apliqué para ingresar a este programa, no esperaba que me aceptaran. Así que, el día que recibí la noticia me costó mucho creerlo y asimilarlo. Pensaba que algo iba a suceder y que mi viaje sería imposible, no sé, me rechazarían la visa, no encontraría boleto de avión, no tendría suficiente dinero... Por eso, cuando por fin vine, no fue sino hasta que encontré mi apartamento, lo amueblé y empecé a vivir en él, que empecé a asimilar una pequeña parte de toda esta conmoción geográfica y emocional.

Anoche me preguntaron ¿a qué veniste realmente? Y, después de un minuto de pensarlo, pude responder: a terminar mi novela. ¿Necesitaba una maestría para eso? No. Pero sí necesitaba tiempo, distancia, cerrar puertas y abrir otras.

Mientras lo logro, estoy en esa etapa a la que se refiere Bebe en una de sus canciones: "Yo soy una montaña rusa que sube, que baja, que ríe, que calla, confusa... Me dejo llevar por lo que los días me quieran mostrar". Y este revoltijo me está obligando a escribir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que comprendo la mayoría de esas sensaciones. Aunque yo estoy aún en este lado de la moneda... una montaña rusa... una búsqueda y encuentro... bueno, qué mas puedo decir.
Rocio.