tag:blogger.com,1999:blog-9554598153519953762024-02-21T05:12:40.042-08:00pequeñas alegríasWendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.comBlogger41125tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-5742496052072460002015-06-16T08:50:00.001-07:002015-06-16T08:52:17.643-07:00Orgullo agradecido<p dir="ltr">Desde hace dos días que los tomates en la refri dejaron de ser del supermercado. Llevamos acumulados como diez tomatitos, redondos y rojos, que hemos ido cortando de nuestras propias matas, sembradas en el jardín de enfrente.</p>
<p dir="ltr">A la par, del lado izquierdo, crecen chiles pimientos y jalapeños. A la derecha, fresas. Enfrente, dos tipos de menta, un palo de limones y otro de naranjas. En otra camita, alejados del sol directo, crecen el orégano y tomillo, junto al culantro y perejil.</p>
<p dir="ltr">No hemos tenido suerte con la espinaca, lechuga y brócoli, pero estamos aprendiendo.</p>
<p dir="ltr">El solo hecho de hacer esta lista me produce cierto orgullo, y todavía más cuando cocino lo que cosechamos. Además de saber que logramos esos frutos, sé que estamos comiendo sin pesticidas, petróleo, ni estamos promoviendo la explotación de nadie.</p>
<p dir="ltr">En cuanto podamos, intentaremos sembrar zanahoria, papa, cebolla y güicoyitos. Mientras tanto, espero con mucha emoción nuestras manzanas, peras y duraznos que no saldrán este año porque los palitos son muy jóvenes.</p>
<p dir="ltr">Esta es la primera vez que me atrevo a hacer algo como esto. Yo siempre pensé que era de esas mujeres a las que se les morían las plantas. Pero claro, también pensaba que no me gustaba cocinar y ahora, hasta horneo mi propio pan...</p>
<p dir="ltr">En estos dos últimos años, la vida se ha encargado de demostrarme lo equivocada que estaba con respecto a muchas cosas. Y por eso, me siento muy muy agradecida.</p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6v76Y_uyeal_qs_7UQ59r8uGOefx1DtVW-lBNg8qoQgwyTf3QTJ0Jo9dUVMtbxyUOrprjQD2XD8NheUZ7lkbPUDHOo60u8G1fJiXoL9a2y2RBChB3j6_X4DWGtC4xdD-myO9QT3HlfD8/s1600/1434468355185.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"> <img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6v76Y_uyeal_qs_7UQ59r8uGOefx1DtVW-lBNg8qoQgwyTf3QTJ0Jo9dUVMtbxyUOrprjQD2XD8NheUZ7lkbPUDHOo60u8G1fJiXoL9a2y2RBChB3j6_X4DWGtC4xdD-myO9QT3HlfD8/s640/1434468355185.jpg"> </a> </div>Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-88210123504309086452014-12-08T10:21:00.000-08:002014-12-09T09:23:37.727-08:00Ocho meses a cambio de una horaDe un día para otro la vida nos sorprende con gozos y tristezas que cambian nuestros sueños, nuestros planes. Y ante esas sorpresas nos sentimos vulnerables, inyectados de adrenalina, o con la duda de cómo reaccionar para asimilarlas.<br />
<br />
Pienso, por ejemplo, en cómo habrán reaccionado los familiares de esos cuatro niños que comieron sopas instantáneas una noche y que al día siguiente se alistaban para sus funerales y entierros. Pienso también en esa tarde en la que se me ponía la piel de gallina leyendo en Facebook que Juan Carlos había muerto, cuando apenas unas horas atrás me estaba mandando sus abrazos por Skype.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifQ1v4CL3gkxI3bb-iJ9Y_MPtgPO1Z5C-rOABQLj53U2L99nrdfK1afvBAZcAg7O_ALSvLESqYvCwEyvs0WuOVjes7wd9lrn4HmvIAOep52_Ir7GEnuZRwZdBhfrEOngJxDgyIz9QZ4Xk/s1600/2014-11-16+17.35.36.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifQ1v4CL3gkxI3bb-iJ9Y_MPtgPO1Z5C-rOABQLj53U2L99nrdfK1afvBAZcAg7O_ALSvLESqYvCwEyvs0WuOVjes7wd9lrn4HmvIAOep52_Ir7GEnuZRwZdBhfrEOngJxDgyIz9QZ4Xk/s1600/2014-11-16+17.35.36.jpg" height="320" width="240" /></a>Pienso en mi Mateo, en lo feliz que me sentí aquel mediodía que le canté la canción que le hice, la que a mí me daba esperanzas y a él lo hacía patear y moverse en mi panza. Pienso en el miedo del primer calambre al final de la cena y en cómo dudamos con su papá si nos íbamos al hospital o dejábamos de alarmarnos. Pienso en el momento en el que, desde la camilla, conectada a todas esas cosas sin nombre, tomé la cara de mi esposo para confesarle que no estaba lista para lo que venía. Pienso en sus lágrimas cuando Mateo salió de entre mis piernas y nos sorprendió sobre mi pecho con su débil llanto.<br />
<br />
Pienso en esos ocho meses en los que le di vida a Mateo sabiendo que él, a cambio, nos daría apenas unos minutos, una hora. Pienso en su piel tan suavecita, en el calor que poco a poco se fue enfriando, en sus piernas blandas y su enorme torso, en su pelo abundante y su nariz redonda. Pienso en la belleza que su papá y yo fuimos capaces de crear. Pero también pienso en lo diferente que se veía Mateo en el pequeño ataúd, en el frío que hizo ese día en el cementerio, en los sollozos que oía a mis espaldas.<br />
<br />
Pienso que valió la pena haber decidido esperar tantos días por ese momento, esa pequeña alegría de verlo, olerlo, abrazarlo, aunque sea una hora, y de llorarlo todo lo que lo he llorado. Porque gracias a esa hora de vida su papá y yo valoramos cada día los momentos de gozo, porque reconocemos que no hay certezas para el mañana y que, a pesar de no tenerlas, nos hace bien seguir haciendo planes, seguir soñando en medio del dolor y la tristeza. Esa es la única manera de reaccionar que hemos encontrado para sobrevivir a las sorpresas.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-25666685270938075462014-09-15T12:46:00.000-07:002014-10-06T13:02:29.009-07:00Hace un añoHace un año estaba sentada frente a esta misma mesa, pero en un apartamento diferente. Estaba en mi cajoncito de piedra, aislada de mi familia, de mi país, de mis amigos… Estaba contenta porque al fin tenía mi propio espacio, al fin se empezaba a construir en mi cabeza una idea de lo que podría alcanzar en esta nueva aventura que emprendía. Al fin me estaba creyendo lo que me pasaba. Se estaba haciendo concreto.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIDVHhX_eZa7bqG9efdMTS5ioEhyysPxq-kNpdhBwvqlapmqI769JL0cT3E7plr6RuQELPOD4XpAAG8X_GV1ztjpCvBImgdBe3-oLRiCMW1pMwb3edXD64-7y6iy318RqZjdj-ptpwx-g/s1600/2013-09-15+16.59.15.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIDVHhX_eZa7bqG9efdMTS5ioEhyysPxq-kNpdhBwvqlapmqI769JL0cT3E7plr6RuQELPOD4XpAAG8X_GV1ztjpCvBImgdBe3-oLRiCMW1pMwb3edXD64-7y6iy318RqZjdj-ptpwx-g/s1600/2013-09-15+16.59.15.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<br />
Hace un año caminé por calles extrañas, solitarias pero tranquilas, amplias, con nombres raros. Llovió toda la noche y temprano brillaban las banquetas desde sus charquitos. El olor a creosota me empezaba a ser familiar. Recuerdo que me sentí muy feliz. Tenía la sensación de estar estrenando. Y claro, estaba estrenando vida.<br />
<br />
Sin darme cuenta estaba regresando a mis orígenes, a mi verdadero yo, sin maquillaje, sin zapatos altos, sin esconderme de nada, sin avergonzarme de nadie, con una sonrisa nueva, y mucho-mucho cansancio físico.
Yo caminaba a todas partes. Me asustaba lo lejos que quedaba todo, la poca sombra que había para descansar del sol; me asustaban las ampollas en los pies, ver mi piel más oscura, mis ojeras en el espejo, mis huesos. Y sin embargo, me sentía satisfecha.<br />
<br />
Todo es diferente ahora. Dejo a medias lo que empecé hace un año. Voy hacia otra ciudad, a empezar la vida que inconscientemente he querido desde que tenía 30 años, pero voy a vivirla de urgencia.<br />
<br />
Hace un año no podía imaginarme aquí, transitando estos caminos tan rectos y largos, acarreando muebles, maletas, angustias, incertidumbres.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUDXOy-ntPU2lzZ0NZlwjtSbosBy8qkA2ZfWvUn91OzVwhYQ9pn-vOANahtTMQWNxt7vdGhmSGVsml4vxSeDLdGZ4v3pLko0N2eYfBusnw1NtTHvyxjjd3Q3qbRx2RtT-MWPEXbcFNHA4/s1600/2014-09-16+12.40.25.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUDXOy-ntPU2lzZ0NZlwjtSbosBy8qkA2ZfWvUn91OzVwhYQ9pn-vOANahtTMQWNxt7vdGhmSGVsml4vxSeDLdGZ4v3pLko0N2eYfBusnw1NtTHvyxjjd3Q3qbRx2RtT-MWPEXbcFNHA4/s1600/2014-09-16+12.40.25.jpg" height="281" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-35000183531158270912014-04-19T16:11:00.003-07:002014-04-22T08:26:35.698-07:00La lluvia en el desierto<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFsHDKCktHlbNc__ANYY-Ul2DHO78ScCaiQMmXBE2EVmCmFjIY3zCWu4zMSp9shrxJ-Ov6qOPxhR4QHs1eTFe1Z0ee6zE3S3Spg_1CPYc_Ar2tf_q7JeTRPGUQdmCBim6A2wMcSNGYX84/s1600/2014-04-19+16.12.20.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFsHDKCktHlbNc__ANYY-Ul2DHO78ScCaiQMmXBE2EVmCmFjIY3zCWu4zMSp9shrxJ-Ov6qOPxhR4QHs1eTFe1Z0ee6zE3S3Spg_1CPYc_Ar2tf_q7JeTRPGUQdmCBim6A2wMcSNGYX84/s1600/2014-04-19+16.12.20.jpg" height="320" width="240" /></a>Aquí llueve una o dos veces al año. Yo estuve en una de esas veces, que duró un par de días, y casi paralizó a una ciudad desacostumbrada al agua. Arrastró arena, creó ríos del color del café con leche, y generó enormes charcos que nunca tuvieron a dónde ir, más que de regreso a las nubes. Esa vez, en septiembre del año pasado, hubo tormenta eléctrica y viento y susto.<br />
<br />
Este año, en cambio, he experimentado dos promesas de lluvia que se esfuman en un par de minutos. Y yo brinco de la alegría, cuando empieza a gotear, y corro a la ventana a ver caer el agua -o el granizo-, y cuando saco mi cámara para registrar el momento, el momento ya se fue.<br />
<br />
Sí... extraño ver, oler y oír llover. Afortunadamente faltan apenas dos o tres semanas para estar cerca de la lluvia otra vez.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-4920125750646655702014-02-04T12:22:00.001-08:002014-02-04T13:31:50.861-08:00¿A qué huele la vida?Todas las mañanas, tres botellas de vino con sus respectivos manojos de
margaritas amarillas me dan los buenos días. A veces el sol las
acompaña; otras veces se esconde detrás de nubes grises. Las margaritas,
sin embargo, están siempre con sus pétalos abiertos, viendo hacia
afuera. Parece que cada uno de ellos fuera un brazo... muchos brazos...
muchos abrazos.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOFYYf05n6MvFc5YI19ReNCvwM84gokRgrDWbJRn63M26BJzhJ9f3h_pTneHx0zQweXbwCfRju9upotmNczAoBtkJCD-xz0dZTHizOq8GH0wv7Pe-baK2NoYFNRdq7A_ptqrcEd6pjA70/s1600/2014-01-27+12.50.09.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOFYYf05n6MvFc5YI19ReNCvwM84gokRgrDWbJRn63M26BJzhJ9f3h_pTneHx0zQweXbwCfRju9upotmNczAoBtkJCD-xz0dZTHizOq8GH0wv7Pe-baK2NoYFNRdq7A_ptqrcEd6pjA70/s1600/2014-01-27+12.50.09.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<br />
Enfrente de ellas, en este pasillo en el que escribo, una estantería
metálica sostiene siete macetas coloridas: maranta roja, romero,
claveles corintos, begonias, splash rosada, aloe y una enredadera de
hojas picudas. Más allá, a mis espaldas, y guardado como un dulce
secreto, un palo de limón empieza a florecer.<br />
<br />
Este nuevo año mi vida está pintada de amarillo y verde, y tiene un intenso
olor a romero, cítricos y tierra mojada. ¿A qué huele la tuya?<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTnTRJi1NteWbNQm1do25g2Qe6f6HrHfpS5_fli0ZipQmPALJ8tIs_pLkK__9f8LUoHmvxDxbvfYr_eVWr-cLUqDcCV3b5riS6A8OU5CTRzXgNMot32tZqCInNSz1Xc9Vh2KEetpg8g9s/s1600/2014-02-02+10.40.43.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTnTRJi1NteWbNQm1do25g2Qe6f6HrHfpS5_fli0ZipQmPALJ8tIs_pLkK__9f8LUoHmvxDxbvfYr_eVWr-cLUqDcCV3b5riS6A8OU5CTRzXgNMot32tZqCInNSz1Xc9Vh2KEetpg8g9s/s1600/2014-02-02+10.40.43.jpg" height="320" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-11555310304853788902013-11-01T13:57:00.000-07:002013-11-02T12:08:03.661-07:00Barrilete*<br />
Si yo fuera un barrilete como este, me iría volando hasta Nueva York ahora mismo. Me soltaría con un ventarrón, como esos que arrancan la ropa del tendedero aunque mi mamá les ponga ganchos. Para no caerme al agua, podría brincar de una nube a otra. Al fin y al cabo Estados Unidos no está tan lejos de aquí. Llegaría el mismo día.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyK3shyHqXnScca4sNVsk3UOLoez871iKDg47TFZBD0lffgbOI_KK1-CQrt11jLRBgwT4SSqpM7GA_siPoyiSbyDmcuj348V5HL_gZlVstOOA9Y9Lj2uNOds7TGGFqGtvhE1RgRlfSw68/s1600/1385956_10151772529979331_1883096559_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyK3shyHqXnScca4sNVsk3UOLoez871iKDg47TFZBD0lffgbOI_KK1-CQrt11jLRBgwT4SSqpM7GA_siPoyiSbyDmcuj348V5HL_gZlVstOOA9Y9Lj2uNOds7TGGFqGtvhE1RgRlfSw68/s200/1385956_10151772529979331_1883096559_n.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://www.facebook.com/moises.castillo.106?fref=ts" target="_blank">Foto: Moisés Castillo</a></td></tr>
</tbody></table>
Mi papá dice que lo primero que hay que hacer es besar el suelo del “país de las oportunidades”. Pero si los barriletes tocan el suelo, no vuelven a volar. Tal vez sería mejor besar uno de esos edificios gigantes. O me iría directo al hospital. ¡Ja! Me metería por una ventana para buscar aquella sala con videojuegos y paredes de colores.<br />
A mí me gustó; casi me babeo la camisa cuando los doctores me contaron que ahí podía pasar mi tiempo de recuperación. Hasta podría echar un vistazo a las habitaciones de las chicas. No estaban nada mal, especialmente aquella del pañuelo verde en la cabeza… Si tan sólo no me hubiera tirado esa mirada… ¡Me jode! Allá o aquí, siempre me ven como si les diera asco.<br />
Pensándolo bien, creo que ser un barrilete no es muy útil que digamos.
Mejor sería que los sueños se hicieran realidad al día siguiente que uno los sueña. A mí, de tanto tener el mismo sueño, ya me hubiera sucedido muchas veces: voy al baño, y cuando enciendo la luz veo en el espejo la cara de un actor guapo de telenovela, de esos que hacen que las nenas griten de emoción. Desaparece esta máscara, no hay rastro de cicatrices, todo está en su lugar; como si no hubiera existido aquel animal maldito. ¿Le habrá gustado mi carne?
¿Cómo habrá sido mi nariz, si la tuviera? ¿Se parecería a la de mi papá o a la de ese tipo de mi sueño? Con una cara completa me hubiera ligado a la chica del pañuelo en un dos por tres.<br />
Después de la operación, tengo que preguntarle a mi papá cuál es la mejor línea para tirarle a alguien como ella. Por fin se terminarán estos 12 años con máscara.<br />
¡Uy, el barrilete está dando vueltas! ¿Qué me dijo mi papá? “Enrollar y jalar”, sí. Enrollo y jalo. Enrollo y jalo. ¡No funciona! ¡Se está cayendo! ¿Qué estaré haciendo mal? No puede ser. ¡Los barriletes no pueden caer al suelo!<br />
<br />
*Basado en el cuento Ysrael, de Junot Díaz.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-70522190417627159952013-10-30T13:10:00.003-07:002013-10-30T13:10:53.663-07:00Busco meSólo nos quedan unas semanas para terminar el semestre y todavía no me acostumbro a la idea de vivir en otra ciudad. Hay mañanas en las que veo a través de la ventana y me pregunto cómo llegué hasta aquí. ¿De verdad está sucediéndome esto o sólo lo estaré soñando? Otros días siento que estoy en El Paso desde hace un año.<br />
<br />
Cuando apliqué para ingresar a este programa, no esperaba que me aceptaran. Así que, el día que recibí la noticia me costó mucho creerlo y asimilarlo. Pensaba que algo iba a suceder y que mi viaje sería imposible, no sé, me rechazarían la visa, no encontraría boleto de avión, no tendría suficiente dinero... Por eso, cuando por fin vine, no fue sino hasta que encontré mi apartamento, lo amueblé y empecé a vivir en él, que empecé a asimilar una pequeña parte de toda esta conmoción geográfica y emocional.<br />
<br />
Anoche me preguntaron ¿a qué veniste realmente? Y, después de un minuto de pensarlo, pude responder: a terminar mi novela. ¿Necesitaba una maestría para eso? No. Pero sí necesitaba tiempo, distancia, cerrar puertas y abrir otras.<br />
<br />
Mientras lo logro, estoy en esa etapa a la que se refiere Bebe en una de sus canciones: "Yo soy una montaña rusa que sube, que baja, que ríe, que calla, confusa... Me dejo llevar por lo que los días me quieran mostrar". Y este revoltijo me está obligando a escribir. <br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/RJCy1FhmAWs?rel=0" width="420"></iframe>Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-15406427836135199742013-09-05T10:00:00.000-07:002013-09-05T13:00:30.403-07:00Empezar de ceroUno vive la vida armándose y desarmándose muchas veces. El ser humano tiene esa increíble capacidad de volverse a construir después de los asaltos más salvajes. ¿Y entonces por qué no iba a poder yo?<br />
<br />
Pienso en eso, ahora, porque me encuentro frente a la octava mudanza, en trece años. He vivido en casas y edificios antiguos del Centro Histórico de Guatemala, con mi familia, sola, con algunas amigas... Y cada vez que lo he hecho ha sido
con el objetivo de estar mejor, ya sea económica o emocionalmente, pero siempre he perseguido ese propósito. Las veces que no lo logré, simplemente volvía a comenzar un nuevo proceso de retirada.<br />
<br />
En esta ocasión la gran diferencia está en que, no tengo muebles para trasladar en el picop de mi amigo Jorge, ni bolsas de ropa qué meter en mi carro (lo vendí hace dos meses). No tengo a mi bicicleta cerca, ni tampoco mis trastos, mi refri o mi estufa. Mis sobrinos ya no están al alcance de un timonazo, ni mis papás a la vuelta de un almuerzo. Mis hermanas no pueden compartirme sus penas y aventuras por teléfono. El shitzu que me divertía con sus ocurrencias diarias tampoco pudo
acompañarme... Empiezo a vivir en una ciudad fronteriza, lejos de todo lo familiar y de todo lo mío; donde se habla otro idioma, rigen otras leyes, las distancias son más largas para el peatón (se miden en millas y no en cuadras) y se respira otro aire (el acondicionado).<br />
<br />
Afortunadamente no siento miedo. Nervios, sí, pero de aquellos que se experimentan cuando se empieza la relación con un novio: hay mucha ilusión y alegría detrás de ellos.<br />
<br />
Estoy empezando de cero. Y esta aseveración, en cuestión de días, también se referirá a mi cuenta bancaria. Pero ¿saben qué? no hay nada como disfrutar esta sensación de haber sobrevivido y compartirla para ayudar a construirme de nuevo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl27VvoJUcvxfrEQo1Exucc4temlgKG-wc3q1QJlu6huvj4-X4gk3Oq33ULKRy9BKeEd7tsGjHwroxXwupbIHpPT7-9UnXorls72MxXSvNvfyYrAy5lU2o55qXqe8T4Hhpfg1Ma0PRZuY/s1600/2013-08-26+19.24.19.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl27VvoJUcvxfrEQo1Exucc4temlgKG-wc3q1QJlu6huvj4-X4gk3Oq33ULKRy9BKeEd7tsGjHwroxXwupbIHpPT7-9UnXorls72MxXSvNvfyYrAy5lU2o55qXqe8T4Hhpfg1Ma0PRZuY/s320/2013-08-26+19.24.19.jpg" /></a></div>
<br />Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-48322668239779858292013-08-19T14:15:00.000-07:002013-08-19T23:32:16.467-07:00El libro marcadoDe mi vida colegial y universitaria recuerdo a muy pocos maestros; los más recurrentes en mi memoria son aquellos que me hicieron o dijeron algo feo. Como aquella señora de quinto primaria que, ante mi negativa de usar las calcetas altas, me aseguró que mi tobillo quedaría para siempre marcado con una "grada", por insistir en llevar las calcetas dobladas. O aquella otra que castigó a mi hermana Karina el día de su cumpleaños número 8 por no llevar el uniforme, sino el "estreno" que le compraron mis papás. Y, ya en la Universidad, mi asesora de tesis que nunca respondió mis llamadas después de haberle entregado el borrador.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyV0Y-gCFQe42DxPlwJMSZJBX01Q01NxdFUnb5wJ1CA8lQjnFrutZXDqcZk5jyyJLxa0e6CRP4pcICWp2JRXVXbVy3w_5qGEr8RUwjcTKFRh-iXebu-2kG1fVW_sZoMDZV69Iy3T0fJGY/s1600/705050_10152301577360710_996554018_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyV0Y-gCFQe42DxPlwJMSZJBX01Q01NxdFUnb5wJ1CA8lQjnFrutZXDqcZk5jyyJLxa0e6CRP4pcICWp2JRXVXbVy3w_5qGEr8RUwjcTKFRh-iXebu-2kG1fVW_sZoMDZV69Iy3T0fJGY/s320/705050_10152301577360710_996554018_o.jpg" width="320" /></a>Fue hasta el año 2009 que mi mala racha terminó. Conocí a la escritora <a href="http://hernandezgloria.com/" target="_blank">Gloria Hernández</a>, cuando ingresé a su Taller de Escritura Creativa. De manera sutil, sin prisas, ni más instrucciones que hacerle caso a lo que revoloteaba adentro de mí, pudo guiar mis garabatos hacia la ficción. Apenas unas semanas después, al leer uno de mis relatos cortos, me anunció: "quiero publicarlo". Todavía no puedo leer en voz alta ese cuento sin que se me quiebre la voz, por todo lo que representa en mi vida: se estaba cayendo el miedo, la incredulidad, y se empezaba a construir la fe en mí misma.<br />
<br />
Hace algunos días recibí de <a href="http://hernandezgloria.com/" target="_blank">Gloria</a> otro regalo. Ese gesto lo recibió de su propio maestro, el recientemente fallecido escritor Marco Antonio Flores y ella lo replicó conmigo. Es un libro marcado; uno que me será de mucha utilidad. Se titula "La escritura como búsqueda". ¡Quién mejor que ella para saber lo que me puede servir en este mundo de las letras! Y lo más importante es que tiene sus subrayados, sus observaciones, su letra escrita con la emoción del momento en que leía.<br />
<br />
Este libro marcado, no sólo dejará huella en lo académico, sino también en lo personal. Hay marcas que me hacen sentir identificada con ella. Confieso que en muchas ocasiones me vi reflejada en las anécdotas que contaba, en sus miedos, sus recuerdos, sus descubrimientos, su historia de amor...<br />
<br />
Tengo tanto qué agradecerle a <a href="http://hernandezgloria.com/" target="_blank">Gloria</a>, mi maestra y amiga, que no podía dejar de escribir acerca de ella en esta pequeña colección de alegrías.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcnDZGhLW7b_5vMriouF7OdFORH2wySr_4L-kkBRaI7sCm5ZfaYATAepy6lIRpBpu6a3zo4oeTrWcvXz9kxLnZzh32j8r9JHMizVtjwevTc4lDluiSL8-1pBky-X_OObXUIzH-LHL7hyphenhyphenk/s1600/20130819_140414.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcnDZGhLW7b_5vMriouF7OdFORH2wySr_4L-kkBRaI7sCm5ZfaYATAepy6lIRpBpu6a3zo4oeTrWcvXz9kxLnZzh32j8r9JHMizVtjwevTc4lDluiSL8-1pBky-X_OObXUIzH-LHL7hyphenhyphenk/s320/20130819_140414.jpg" width="320" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFAh-7vX24TL-DAvJ7WSO-0G3IGD0n8zeTQXvvE-YuRmpTKQ5lqDoplIj5iXb9s2IwXiCzzQTA95-zYMBMp9pNfCB3XPCHFJPhGbdKT73RDq7GjbGOGP7GW-FRmm1Dzflg5SGWVe781N0/s1600/20130819_140321.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFAh-7vX24TL-DAvJ7WSO-0G3IGD0n8zeTQXvvE-YuRmpTKQ5lqDoplIj5iXb9s2IwXiCzzQTA95-zYMBMp9pNfCB3XPCHFJPhGbdKT73RDq7GjbGOGP7GW-FRmm1Dzflg5SGWVe781N0/s320/20130819_140321.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<br />Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-22148519550565086622013-07-19T16:50:00.002-07:002013-07-19T16:50:26.013-07:00Una tarde en el parqueCon una piedrita blanca Andrés me ayudó a dibujar sonrisas en los rostros de nuestra familia numerosa.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuzGk27xAwV35Hm1-dFo_ef-VYaM-3TYF8i_zQKq0ujMR3CsVBaLxOPkzwpZuQU2QFVAQ_pWKHfCzbJGAHWH8qbr6VcsBNdAxQDRXP-nwkrrqHASQr3A00Hs139iaqNyH2JzWHNsHGnpY/s1600/familia+numerosa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuzGk27xAwV35Hm1-dFo_ef-VYaM-3TYF8i_zQKq0ujMR3CsVBaLxOPkzwpZuQU2QFVAQ_pWKHfCzbJGAHWH8qbr6VcsBNdAxQDRXP-nwkrrqHASQr3A00Hs139iaqNyH2JzWHNsHGnpY/s400/familia+numerosa.jpg" width="400" /></a></div>
<br />Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-41552451532935728262013-06-08T15:28:00.001-07:002013-06-08T15:33:06.974-07:00Saludos inesperadosHoy al mediodía mi "smartphone" (que de inteligente no tiene mucho) me avisó que alguien me había mencionado en el Twitter. Cuando por fin el aparato dejó sus lentitudes y pude revisar, salté de donde estaba. Sentí una felicidad de extraña categoría. Una que solamente había sentido justo hace un año, el 1 de junio de 2012 cuando la escritora y periodista española Rosa Montero me escribía de vuelta en el Facebook.<br />
<br />
Me da vergüenza revelar aquí aquel mensaje privado que le envié a ella. Pero sí me atrevo a resumirlo: Acababa de decidirme por ejercer el periodismo de manera independiente para poder escribir ficción de tiempo completo. En ese entonces yo leía "La loca de la casa", un libro escrito por Rosa, muy emocional, acerca de la necesidad que algunos tenemos de escribir. Me aventuré a preguntarle acerca de un taller de escritura en el que participo y del giro que estaba a punto de darle a mi vida. Para mi sorpresa, me respondió.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Ahora que la leo y me leo, me asusta la ingenuidad con la que le compartía algo tan importante. Todavía resolví algunas cosas antes de tirarme al agua. En diciembre de ese año renuncié. </div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZ6yTw_6tpxT7JHSuj5ZijsXPvqhBf6VU5HqIEYMCWI7lRhOm8pihXBkRfl9cBcTdr2wghQ5mTXbC2yc5XgUlhFU8u1beIcvEpG4XxacW3wMRPXSrXHuLhdZ95xoDiqkQJkKOHFYEkpBo/s1600/Captura+de+pantalla+2013-06-08+a+la(s)+16.06.05.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="175" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZ6yTw_6tpxT7JHSuj5ZijsXPvqhBf6VU5HqIEYMCWI7lRhOm8pihXBkRfl9cBcTdr2wghQ5mTXbC2yc5XgUlhFU8u1beIcvEpG4XxacW3wMRPXSrXHuLhdZ95xoDiqkQJkKOHFYEkpBo/s320/Captura+de+pantalla+2013-06-08+a+la(s)+16.06.05.png" width="320" /></a></div>
<br />
Todo esto lo recordé porque hoy, como lo decía al principio, sin buscarlo, Guillermo Sheridan (escritor mexicano) me saludó en el Twitter.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz6fiF54FaEGJmOSOXhVTqA6N59l-7b6iiyUV1WhafNHEpyDzRTLNuP7FsQb-kZzHBmakWY-6RSiJixP05iErFgH9gRt4rdsE7Cm7E0zzxs0MK_2mS0x5uK9gZRUSr34YzEoS315U1oAo/s1600/Captura+de+pantalla+2013-06-08+a+la%2528s%2529+13.14.21.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="128" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz6fiF54FaEGJmOSOXhVTqA6N59l-7b6iiyUV1WhafNHEpyDzRTLNuP7FsQb-kZzHBmakWY-6RSiJixP05iErFgH9gRt4rdsE7Cm7E0zzxs0MK_2mS0x5uK9gZRUSr34YzEoS315U1oAo/s320/Captura+de+pantalla+2013-06-08+a+la%2528s%2529+13.14.21.png" width="320" /></a></div>
<br />
Así, visto de lejos, no parece que las palabras de ambos sean la gran cosa, pero yo las siento como palmaditas en la espalda. También sé que no las necesito para continuar escribiendo y tomar mis propias decisiones, pero es que se sienten tan bonitas...<br />
<br />
<br />
<br />
<br />Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-79292414457507586572013-05-22T18:02:00.001-07:002013-06-27T22:47:54.180-07:00El amigo que se va<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWqkQbxHVK4GJulU-8LONFNxS5bZpIxRFOt2nwJcdhkP64nKdwIljSVlUcPl0VlAm89ELiTcQw0fFvnekg0Ui0rM5Fkn7hfz03q1hQJ3D6RVPPFSLZYZJywxuomWN4FXX3P2A-_jtEWTk/s1600/IMG02560-20130120-1523.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWqkQbxHVK4GJulU-8LONFNxS5bZpIxRFOt2nwJcdhkP64nKdwIljSVlUcPl0VlAm89ELiTcQw0fFvnekg0Ui0rM5Fkn7hfz03q1hQJ3D6RVPPFSLZYZJywxuomWN4FXX3P2A-_jtEWTk/s320/IMG02560-20130120-1523.jpg" width="320" /></a>Mi hermana Karina, sabia ella, casi me impuso la misión de rescatar a un perrito, en enero pasado. Desde hacía años me había recomendado tener como compañía a un adorable shitzu, pero nunca le hice caso. Me convenció de tener uno, el día que me mandó las fotos de este pequeño ser desnutrido y sin pelo, que miraba a la cámara con expresión de súplica.<br />
<br />
Cuando llegó iba acompañado de vitaminas para recuperar su peso normal, un hongo en su piel que le afectó sus ojos, y sus ánimos completamente caídos. Me lo entregaron con un sudadero de niño, porque estar sin pelo lo hacía vulnerable a las noches frías. Se me hizo muy difícil imaginar a la persona capaz de permitir que llegara él a esas condiciones. No faltaba mucho para que muriera en su propia casa.<br />
<br />
Otra de mis hermanas, Anita, lo bautizó como Ringo. Todavía no sé bien por qué, pero a mí me pareció gracioso y así lo llamé desde entonces.<br />
<br />
Yo no hice nada extraordinario. Sólo le di de comer y le eché gotitas en sus ojos. Eso bastó para que, a los pocos días, recorriera la casa entera y nos moviera la cola en señal de que había regresado a la vida. Su piel se veía rosada y dejó de escamarse. En cuestión de semanas se notaba que su salud estaba mejorando.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvCddqN3__Wz-rOw4B4IPM6RGevqOfDcde7wgTWs7sLMc8EEYfIBuuzZEp7P9fBWxilArTsgJURrR1vb4xFo62Q0MG0Lp_vHtZGRSCEJ2imOq15PwJVnrczepSIKtamAD6AGhtuegzX-o/s1600/IMG02816-20130206-1038.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvCddqN3__Wz-rOw4B4IPM6RGevqOfDcde7wgTWs7sLMc8EEYfIBuuzZEp7P9fBWxilArTsgJURrR1vb4xFo62Q0MG0Lp_vHtZGRSCEJ2imOq15PwJVnrczepSIKtamAD6AGhtuegzX-o/s320/IMG02816-20130206-1038.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Así conocimos su verdadera personalidad: cariñoso, juguetón (se entretenía con pelotas, con su plato para comer, con cualquier trapo colgante y con una chihuahua adulta que ya teníamos) y muy temeroso a la soledad del jardín.<br />
<br />
Leyendo un poco acerca de los shitzu comprendí que les gusta mucho acompañar a sus dueños dentro de la casa, pero habían ciertas reglas que tenía que cumplir si quería tenerlo conmigo; dejarlo en el jardín era una de ellas. Es que, lamentablemente nunca le enseñé bien a no hacer sus marcas territoriales en otro lugar que no fuera la pata del sillón, el zócalo de madera cerca de la cocina o cualquier bolsa plástica que encontrara en el piso. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9etCyPGwaFKJkBdxHHVVWJcUkT1F5m4L6mqFXPlRxRGVSmBWMzkDtBQ4w7_P463n-a1S4cZWOd-AjucxiSzHHcZj9ZidH8q5O1eocunpEk7gSsipzGaWMw0uRcuomU7MoBcmtOBg86cE/s1600/IMG00141-20130512-1405.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9etCyPGwaFKJkBdxHHVVWJcUkT1F5m4L6mqFXPlRxRGVSmBWMzkDtBQ4w7_P463n-a1S4cZWOd-AjucxiSzHHcZj9ZidH8q5O1eocunpEk7gSsipzGaWMw0uRcuomU7MoBcmtOBg86cE/s320/IMG00141-20130512-1405.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Así, el Ringo nos acompañó en nuestra mudanza a una nueva casa, en la que estamos desde marzo. Esto nos dio la oportunidad de empezar a crear nuevos hábitos con respecto a sus necesidades fisiológicas. Pero, el cambio más importante que pudimos hacer fue tenerlo adentro con nosotros. He disfrutado de su compañía mientras escribo, me sonrío de inmediato cuando responde a mis buenos días con un saludo en dos patas, descubrí su habilidad para asirse de mi mano como si fuera un niño, lo cargo como si fuera bebé... <br />
<br />
Pero ahora que sí puede estar adentro, surgió un nuevo problema. El más viejo de nuestros amigos, un pekinés llamado Peluche, le gruñe ante cualquier acercamiento. Debido a esa amenaza, Ringo se defiende y se enfrascan en una pelea que nos angustia. El Peluche, a quien la vejez le produce temblor de patas traseras, sordera y miopía, lleva las de perder. Ha tenido que recibir atenciones médicas dos veces.<br />
<br />
Entonces, hemos decidido que alguien más cuide de Ringo. Mi hermana Karina, de nuevo al rescate, le consiguió otro hogar, en el que también hay un shitzu como él. Este será su último fin de semana con nosotros.<br />
<br />
No podía dejarlo ir sin escribir acerca de su paso por mi vida: me inspiró en la creación de un personaje en una novela para niños que estoy trabajando. Ese será mi regalo de agradecimiento, inmortalizarlo en una historia.<br />
<br />
Adiós Ringo. Creo que nos hicimos bien mutuamente. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHX2Asq8sDMLpTQGm73uJgM2YAf1EPbqKL7UnVyfkItWy5HM_94q5LWYYl1IqcenySzUF4l_HO53Evv0-MAjoB-hUPlTihEjumwxurl3fsWvyXUH4DmvV_KUU5S94Ln6liI7kIYCaaAHg/s1600/IMG03446-20130425-1608.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHX2Asq8sDMLpTQGm73uJgM2YAf1EPbqKL7UnVyfkItWy5HM_94q5LWYYl1IqcenySzUF4l_HO53Evv0-MAjoB-hUPlTihEjumwxurl3fsWvyXUH4DmvV_KUU5S94Ln6liI7kIYCaaAHg/s320/IMG03446-20130425-1608.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<b>ACTUALIZACIÓN: Después de que mi familia leyera este post, mi mamá decidió que con algunos esfuerzos podíamos lograr que los dos perros sobrevivieran en esta misma casa, juntos pero no revueltos. Es decir, Ringo se quedó con nosotras :-) </b>Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-92208806167066055732013-05-07T10:00:00.000-07:002013-05-07T10:00:02.553-07:00El oficio de escribir: Hombres Vs MujeresEn estas explicaciones se demuestra esa cualidad práctica de la naturalez masculina, así como la carga emocional de la naturaleza femenina. ¿Con cuáles declaraciones te identificas más?<b> </b><br />
<br />
<b>Milán Kundera</b><br />
Escribo por el placer de contradecir y por la felicidad de estar solo contra todos.<br />
<br />
<b>María Zambrano</b><br />
Escribir es defender la soledad en que se está; es una acción que sólo brota desde un aislamiento efectivo, pero desde un aislamiento comunicable, en que precisamente por la lejanía de toda cosa concreta se hace posible un descubrimiento de relaciones entre ellas. Pero es una soledad que necesita ser defendida, que es lo mismo que necesitar de una justificación. El escritor defiende su soledad, mostrando lo que en ella y únicamente en ella se encuentra.<br />
<br />
<b>Adolfo Bioy Casares</b><br />
Yo escribí para que me quisieran: en parte, para sobornar, y, también en parte, para ser víctima de un modo interesante. Para levantar un monumento a mi dolor y convertirlo, por medio de la escritura, en un reclamo persuasivo.<br />
<br />
<b>Carmen Martín Gaite</b><br />
La tarea del escritor es una aventura solitaria y conlleva todos los titubeos, incertidumbres y sorpresas propios de cualquier aventura emprendida con entusiasmo.<br />
<br />
<b>Efraím Medina</b><br />
Uno se mete a escribir porque no fue capaz
de pegarle a un chofer que lo puso en evidencia, porque no destrozó los
platos en un restaurante, porque no se enfrentó a un policía loco que
insultaba a su novia, porque no le dijo a su madre lo mucho que la amaba
y detestaba, porque no escupió a un profesor que decía que la tierra
era redonda, porque se dejó ganar el puesto en la fila del cinema,
porque no tiene oficio ni beneficio, porque piensa que es una forma
fácil de hacer fama y dinero, porque si lo hacen mamarrachos como García
Márquez y Mutis uno también puede hacerlo, porque no es bueno para los
números, porque no quiere ser médico ni abogado, porque está ardido,
porque odia a la gente y quiere insultarla.
Uno se mete a escribir porque una chica linda le dijo que le gustaban
los escritores, porque necesita una coartada para no trabajar, porque lo
hace sentir superior (…)<br />
<br />
<b>Rosa Montero</b><br />
Estoy convencida de que escribo para darles al mal y al dolor el sentido que sé que no tienen. Escribes para poder hacer habitable el mundo. El sentido, y la capacidad de supervivencia, te los da el hecho de poder compartir con los demás.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-58862538025314324652013-05-02T16:24:00.000-07:002013-05-02T16:25:37.940-07:00Recuerdos sobre ruedasAlgo tiene el sonido de las piedrecitas reventándose con el rodar de las llantas. El polvo que se arrastra, las zanjas que se sortean con leves timonazos y ese sonido tronador... algo tiene esta experiencia que, para muchos, no será la gran cosa. Sin embargo, a mí me reconforta.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmIlPlLVSZvAgWstI39Lo7Qf-HzWwpdUFJFx7cRh7WarX0m3jIqY-skG6JrpVL-QRiw1wM69YztRghvqQPqKQvtsRKQVDGBLOhL8sf2HX6SkZhvSy42JppyUKwTd84NJN3GRUNG4Whl8E/s1600/IMG03479-20130501-1304.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmIlPlLVSZvAgWstI39Lo7Qf-HzWwpdUFJFx7cRh7WarX0m3jIqY-skG6JrpVL-QRiw1wM69YztRghvqQPqKQvtsRKQVDGBLOhL8sf2HX6SkZhvSy42JppyUKwTd84NJN3GRUNG4Whl8E/s320/IMG03479-20130501-1304.jpg" width="240" /></a>Ha de ser porque me dan las mismas sensaciones de cuando era niña y visitaba a mi abuelita, en Rabinal. Mis tías hacían la mayoría de trayectos en una bicicleta con llantas delgadas y manillar hacia abajo, de las que te obligan a poner el torso en paralelo con el marco. Pocas veces las acompañé sentada en el tubo mientras ellas pedaleaban. Seguramente mi tamaño era el adecuado, pues mi mente no tiene registro de incomodidades. Más bien creo que se combinaban en mi corazón infantil, el susto con la alegría.<br />
<br />
En el Rabinal de aquel entonces, no había caminos pavimentados ni de concreto. Todo el terreno era de arcilla y estaba bastante erosionado. Las angostas zanjas que dejaba el paso de la lluvia nos hacían rebotar sobre el sillín. Todavía no sé cómo nunca nos accidentamos, especialmente en aquella bajada en la que yo veía volcanes y por la que mis tías pasaban la bicicleta con la habilidad de quien conduce en lo plano.<br />
<br />
Tenía tan engavetada esta experiencia sensorial, que me sorprendió ayer, cuando salí a explorar los alrededores de mi nuevo refugio. Ahora que tengo mi propia bicicleta, debo repetirla más seguido. Había olvidado que mientras el viento azota sus brazos en mis oídos, tengo la certeza -y la disfruto- de que solo existimos mi juguete, las aves, los árboles, las piedras, las cigarras y yo.<br />
<br />
Ahora no pedalean mis tías, ni voy sentada en el tubo, y mi tamaño es más grande que el de mis recuerdos, pero puedo volver a cerrar los ojos y sonreír con esa misma mezcla de susto y alegría, como cuando era niña.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-66315645988576108342013-03-08T08:27:00.001-08:002013-03-08T08:28:03.363-08:00Las mujeres, por Eduardo GaleanoSi Eva hubiera escrito el Génesis ¿Cómo sería la primera noche de amor del género humano? Eva habría puesto algunos puntos sobre las íes:<br />
<br />
- Hubiera aclarado que ella no nació de ninguna costilla<br />
- Que no conoció a ninguna serpiente<br />
- Que no ofreció nunca ninguna manzana<br />
- Que nadie le dijo "parirás con dolor y tu marido te dominará"<br />
- Que todo eso no son más que calumnias que Adán contó a la prensa.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/1DgagHWRLSU" width="420"></iframe><br />
<br />Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-5292420619816827652013-02-23T12:35:00.000-08:002013-02-23T14:21:09.110-08:00La mujer sin miedoAyer, mientras hacía cola para subir al transmetro, una agente de la policía municipal nos sonreía con dulzura a quienes íbamos avanzando. Un viejecillo moreno, vestido con la formalidad de un sombrero, saco y corbata, caminaba hasta atrás, refunfuñando algo entre dientes. Al pasar cerca de la señora agente escuché que en tono resignado, pero risueño, reprendía a este hombre diciéndole: "Todos los días pelea usted, señor. Siempre entra de mal humor".<br />
Esta actitud encendió más la inexplicable furia del anciano, por lo que se coló y entró a empujones al bus. Mientras las puertas se cerraban, la agente se quedó en la parada solicitándole (y hablando a través del vidrio) que no volviera a faltarnos el respeto a quienes ordenadamente hacíamos la cola.<br />
Hasta este momento, empezaba a crecer dentro de mí un sentimiento de compasión hacia la señora, quien nunca perdió la paciencia e intentó, con cortesía, hacer un buen ciudadano del hombre de oídos sordos.<br />
Cuando este señor se ubicó en el asiento amarillo, designado para personas de la tercera edad, descubrió su cabeza calva y se sopló el cuello con su sombrero, al tiempo que decía: <b>"Si fuera mi mujer, ya la hubiera verguiado"</b>.<br />
Sentí que se me partía el corazón, literalmente. No cabía en mi pequeña cabeza una razón por la que, ante tanta amabilidad y respeto, el hombre haya respondido con esta violencia. Incluso imaginé cómo habrá sido de joven y me pregunté qué desafortunada mujer habrá descubierto en él esa particular manera de actuar. ¿Se habrá separado de él? ¿Se habrá defendido? ¿Estará viva?<br />
<br />
Últimamente he sentido una amarga esperanza cuando leo en las noticias que las mujeres guatemaltecas se atreven cada vez más a denunciar el abuso. Es como si rescataran la dignidad de muchas otras cuya autoestima ha sido dañada para siempre, pero a la vez me aterra ser testigo de la facilidad con que el ser humano llega a esos extremos violentos.<br />
Hoy descubrí, en parte, la raíz del problema de ese y de muchos otros hombres. Es una reflexión que hace el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, un pensamiento que hizo público en su país, como parte de una campaña contra la violencia que se llama <b>Nunca más a mi lado</b>:<br />
<br />
"Hay criminales que proclaman tan campantes: ‘la maté porque era mía’. Así no más, como si fuera cosa de sentido común, y del derecho a la propiedad privada que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar: ‘la maté por miedo’. Porque, al fin y al cabo, <b>el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo</b>." <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1AL6-bVzCoqf7Ue19PkwESmsRSHNmaLvFrksxTQH4QPdrDFo49G3lOT0-jKVCHWyUgq9S6RU8YfJeFQoilhHlmYzDQQjy_N7NpQVTuj_fefdMJL7thL4IgwgeEN7M2oM7akW8ZaabkuY/s1600/Captura+de+pantalla+2013-02-23+a+la%2528s%2529+14.24.22.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1AL6-bVzCoqf7Ue19PkwESmsRSHNmaLvFrksxTQH4QPdrDFo49G3lOT0-jKVCHWyUgq9S6RU8YfJeFQoilhHlmYzDQQjy_N7NpQVTuj_fefdMJL7thL4IgwgeEN7M2oM7akW8ZaabkuY/s320/Captura+de+pantalla+2013-02-23+a+la%2528s%2529+14.24.22.png" width="320" /></a></div>
Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-48891526640112915562013-02-02T15:09:00.000-08:002013-02-02T15:12:49.081-08:00Jugar a las revistasDe tanto hojear los catálogos de su mamá se quedó pensativa. Aún alejándose de ellos, si cerraba sus ojos, le regresaban las imágenes de esas páginas: párpados gigantes pintados de colores, cejas delgadas delineadas con un pincel, labios inflados y brillantes, pestañas de un largo nunca visto...<br />
<br />
Recordó que en aquel mueble viejo, que le queda muy alto, sus papás colocan los perfumes y las cremas, pero también las pinturas en polvo, unas brochas delgaditas y crayones que pintan suave. ¿Qué tal si reproduce con todo eso aquellas imágenes de las revistas? Su rostro puede ser el lienzo.<br />
<br />
Después de escalar hacia el asiento, sus pies cuelgan juguetones a escasos centímetros del suelo. Sus manos se tiñen de verde esmeralda, azul cielo, marrón y blanco. No le resulta tan difícil dibujar arcos oscuros sobre sus ojos, ni rellenar los labios sin salirse de la línea.<br />
<br />
Cuando considera que su obra ha terminado, desciende con una sonrisa pícara. Justo a tiempo para recibir a su amigo, con quien quedó de salir a jugar al parque.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3az-jbrIakPHjfFGKdZUzw_dVlvJmEbst0bU1boFvKPY28ljwZfNUK1_L3NFexYfc1FifS2vQBg0Qvn6Iq2q9trCj30IhcjcA5Ja2xsCTwllwTX2LoTlLl3b2epSjV5ZksTd29vf74fI/s1600/Travesuras+en+colores+01.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3az-jbrIakPHjfFGKdZUzw_dVlvJmEbst0bU1boFvKPY28ljwZfNUK1_L3NFexYfc1FifS2vQBg0Qvn6Iq2q9trCj30IhcjcA5Ja2xsCTwllwTX2LoTlLl3b2epSjV5ZksTd29vf74fI/s320/Travesuras+en+colores+01.jpg" width="320" /></a></div>
El niño del otro lado de la puerta no puede más que abrir bien los ojos para encontrar a su amiga detrás de la pintura. Ella suelta una carcajada, lo toma de la mano y le propone un nuevo juego: "hagamos juntos una revista para mamás".Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-12435032560723834242013-01-28T20:41:00.001-08:002013-01-28T20:45:59.132-08:00Parafraseando<div style="text-align: center;">
<b><i>No te va a gustar</i></b>, general<i>,</i></div>
<div style="text-align: center;">
pero no quiero más</div>
<div style="text-align: center;">
verte pasar.</div>
<div style="text-align: center;">
Solo me quiero sentar a esperar</div>
<div style="text-align: center;">
que saltes al vacío</div>
<div style="text-align: center;">
y que no vuelvas nunca</div>
<div style="text-align: center;">
y que toda tu vida</div>
<div style="text-align: center;">
te mate la culpa</div>
<div style="text-align: center;">
de habernos robado una parte del alma,</div>
<div style="text-align: center;">
que es lo que a vos te hace falta.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="169" src="http://www.youtube.com/embed/8HoEYkAyWPY" width="300"></iframe></div>
Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-52102628185197615112013-01-25T09:45:00.000-08:002013-01-29T19:12:29.711-08:00Una habitación propiaEn 1928 a<b> </b>Virginia Woolf le propusieron dar una serie
de charlas sobre la mujer y la novela. Como resultado de dichas conferencias, se publicó un año después, <b>Una habitación propia</b>. Es un ensayo en el que responde a la pregunta ¿qué necesitan las
mujeres para escribir buenas novelas? Para Virginia era esencial la independencia
económica y personal, es decir, contar con una habitación propia. Hay que destacar que en aquel entonces, hacía nueve
años que la mujer podía votar y aún quedaba mucho
camino por recorrer.<br />
<br />
Aquí copio algunos párrafos esenciales (perdón por la traducción española): <br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiynj6VmxeoU-I8Vjum7TD29tKViykiT7iR6w9hqHDaB1fSdTGk15ccd-TTQY-faxrs9J1iKhYPgvgQV2zI06S6KLzTXP9n9B8QwIpuwsrS2OwppAVdyYfRzJMlcb0tpS2PezimVnscArM/s1600/IMG02545-20130117-1736.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiynj6VmxeoU-I8Vjum7TD29tKViykiT7iR6w9hqHDaB1fSdTGk15ccd-TTQY-faxrs9J1iKhYPgvgQV2zI06S6KLzTXP9n9B8QwIpuwsrS2OwppAVdyYfRzJMlcb0tpS2PezimVnscArM/s320/IMG02545-20130117-1736.jpg" width="320" /></a>"La libertad intelectual depende de cosas materiales. La poesía depende de la libertad intelectual. Y las mujeres siempre han sido pobres, no sólo durante doscientos años, sino desde el principio de los<br />
tiempos. Las mujeres han gozado de menos libertad intelectual que los hijos de los esclavos atenienses. Las mujeres no han tenido, pues, la menor oportunidad de escribir poesía. Por eso he insistido tanto sobre el dinero y sobre el tener una habitación propia".<br />
<br />
"Espero que encontréis, a tuertas o a derechas, bastante dinero para viajar y holgar, para contemplar el futuro o el pasado del mundo, soñar leyendo libros y rezagaros en las esquinas, y hundir hondo la<br />
caña del pensamiento en la corriente".<br />
<br />
"De modo que cuando os pido que ganéis dinero y tengáis una habitación propia, os pido que viváis en presencia de la realidad, que llevéis una vida, al parecer, estimulante, os sea o no os sea posible<br />
comunicarla".<br />
<br />
"(...) hacer este trabajo, aun en la pobreza y la oscuridad, merece la pena".<br />
<br />
Y hoy que releía su documento, reflexioné algo muy importante: creo que yo ya tengo mi habitación propia. Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-33279347347104615392013-01-21T21:03:00.003-08:002013-01-21T21:06:47.504-08:00Dedos largos y rarosA ella le gusta mantener las uñas cortitas porque le es casi urgente que las yemas de sus dedos estén libres. Sus huesos son demasiado largos como para estirar más su apariencia con las uñas. En una ocasión, un muchacho le tiró un piropo: "tienes las manos ideales para tocar el piano". A ella le hizo mucha gracia el comentario. Le trajo a su mente los sonidos torpes que producían sus dedos intentando tocar guitarra en su juventud.<br />
<br />
Mucho tiempo después, ella comprendió la razón de ser de aquellas extremidades poco femeninas. Esas varillas largas y morenas que salen de sus manos prefieren sentir el roce de más de una treintena de cuadraditos plásticos. Sobre esos trozos coloca las yemas de sus dedos y un interesante fenómeno tiene lugar: al oprimir cada uno, aparecen letras. Y de juntar varias letras, surgen palabras. De muchas palabras, nacen frases, ideas...<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFwYb2xdgaeMHRM3K7s0tOiPR6uvqC07hDDfUev88LrH78WJbmtsA9KwZ3uKRPBtIuts4Dk4eJByjob5PBISW8VKe84akOBYfLhIi43Rrpk2SA-mBmGvMTnoJl-YMixk0iSBNG1uguVRc/s1600/IMG02567-20130121-2247.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFwYb2xdgaeMHRM3K7s0tOiPR6uvqC07hDDfUev88LrH78WJbmtsA9KwZ3uKRPBtIuts4Dk4eJByjob5PBISW8VKe84akOBYfLhIi43Rrpk2SA-mBmGvMTnoJl-YMixk0iSBNG1uguVRc/s320/IMG02567-20130121-2247.jpg" width="320" /></a>Cuando se siente satisfecha, retira sus manos y lee el resultado. ¡Ajá! ¡Tiene apenas diez dedos, pero todos juntos escriben historias!<br />
<br />
Qué diría aquel muchacho si la viera ahora, nueve años después, produciendo música arrítmica para los oídos; no en un piano, mucho menos en una guitarra, sino en un teclado de computadora.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-6935798366235265012013-01-07T09:29:00.002-08:002013-01-07T09:30:56.285-08:00Empieza mi lista del añoEl fin de semana ordené mis libreras. Por primera vez separo los libros que no he leído de los que ya (o de los que dejé a medias) e incluso, de los que tienen especial dedicatoria.<br />
<br />
Del año pasado tengo acumulados varios títulos que nunca empecé. Algunos de ellos me los prestó un amigo, otros fueron regalo de las editoriales, le compré un par a otro amigo y los más recientes son los que traje de la FIL de Guadalajara. Hay uno por ahí rezagado de la librera de mi papá y otro, de un viaje a Inglaterra que hice en 2010. Y, por supuesto, tengo en un disco otro montón en su versión Kindle.<br />
<br />
He decidido empezar mi lista con la novela <b>Arrecife</b>, de Juan Villoro. <br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmSrvIiai-Tr4CCh9W1YabjREo68BISTEbzEsS-44uHrtxBG7nff1_-4h7a0tskV5wgdvkZBLGdykeUkf3feKBpw4gu6HkbO7rBwzjMxc38ryyCYcLhjr_iCAQZPOjL5se7crp0c0qEfo/s320/IMG02494-20130107-1123.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="320" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Un buen regalo del 2012.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqy36SAXEBn0meJ_QSslPE4lFgWOQl6S9kDzOpkeE4ako5FC-WpnLAsBrx755O9ylzOdgAISLBlE8ke_yMnW54zr20gL_Cvo2Fb6VJl3319ASQl5uFUg_efov2H6oe5HTy5tjlnVWszDA/s1600/IMG02493-20130107-1110.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqy36SAXEBn0meJ_QSslPE4lFgWOQl6S9kDzOpkeE4ako5FC-WpnLAsBrx755O9ylzOdgAISLBlE8ke_yMnW54zr20gL_Cvo2Fb6VJl3319ASQl5uFUg_efov2H6oe5HTy5tjlnVWszDA/s320/IMG02493-20130107-1110.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Para leer en 2013.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp3LgbPq2-q6cqRRni8zsN7oPIiiHrWX9sv0ut3zKqXPTlx3Mb4yIL3aRwO4h2J26Qb1hMO-dcfF7O_C_YXAlGIEwFpablEmAKerUfshN13-gnRi1h-kAT2Cm1OJnDPVUEwrzgnQqgCbc/s1600/IMG02490-20130105-2212.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp3LgbPq2-q6cqRRni8zsN7oPIiiHrWX9sv0ut3zKqXPTlx3Mb4yIL3aRwO4h2J26Qb1hMO-dcfF7O_C_YXAlGIEwFpablEmAKerUfshN13-gnRi1h-kAT2Cm1OJnDPVUEwrzgnQqgCbc/s320/IMG02490-20130105-2212.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los que tienen una dedicatoria de sus autores para mí :-) </td></tr>
</tbody></table>
<br />
De un tiempo para acá, los libros son mis pequeñas pero grandes alegrías. ¿Seré la única loquita?<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody></tbody></table>
Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-37169716954098244122013-01-06T20:36:00.001-08:002013-01-07T07:16:07.098-08:00Sólo para lectoresUno de mis programas de televisión favoritos, <a href="http://www.rtve.es/television/pagina2/" target="_blank"><b>Página 2</b></a>, incluye casi siempre una entrevista corta con músicos, actrices o celebridades a quienes les gusta leer. Yo me maravillo no sólo con sus respuestas sino con la certeza que hablan de títulos y autores. Me deja pensando cada vez que lo veo. ¿Será que yo podría contestar así de fácil a una entrevista como esa?, me pregunté un día.<br />
<br />
Y entonces, me planteé el reto de intentarlo. Este fue el resultado:<br />
<br />
<b>LA PRIMERA VEZ</b><br />
No tengo ubicada en mi memoria la primera experiencia con un libro, pues en mi familia el hábito de la lectura lo buscó cada quien por su lado. Sin embargo, sí recuerdo que en una librera de la casa encontré, tal vez a los 14 años de edad, varios títulos marxistas que llamaron mi atención (propiedad de mi papá). De entre ellos recuerdo uno de <b>Materialismo Dialéctico</b> que me devoré. Era una lectura compleja, para la cual tenía que hacer pausas largas en las que veía al vacío mientras digería la información, pero yo quedé con la sensación de haber descubierto la solución a los problemas de la humanidad. Nunca se lo conté a mi papá, porque no quería que ninguna de sus hijas tuviera contacto con esas ideas peligrosas de su juventud. <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_a8SgzI-vPWEKP9b_mfIzMPkOnlz0jmUKS8M8oIa0pMYMaJTjG25bEtWcHaeLnMDtGIKlspqO2intbxHsb-7wL4lwLYZYtRI8KUkc0ua2oCxE48YWNleZwdzfzEe6N_FlBpjOL1Ws1yM/s1600/goran+leyendo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_a8SgzI-vPWEKP9b_mfIzMPkOnlz0jmUKS8M8oIa0pMYMaJTjG25bEtWcHaeLnMDtGIKlspqO2intbxHsb-7wL4lwLYZYtRI8KUkc0ua2oCxE48YWNleZwdzfzEe6N_FlBpjOL1Ws1yM/s200/goran+leyendo.jpg" width="149" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Goran Petrovic en la FIL de Guadalajara</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b>UNA RECOMENDACIÓN</b><br />
Bueno... no puedo ser definitiva. Siempre recomiendo lo que estoy leyendo, si es que me afecta enormemente. Por eso diré que <b>Atlas descrito por el cielo</b> es definitivamente un buen consejo. Me recuerda mucho al realismo mágico, sólo que el escritor, <b>Goran Petrovic</b> es serbio y eso le da a la magia un nuevo toque. Además, hay tanta dulzura e inocencia en sus relatos que para mí es imposible no enamorarme de ese corazón. (Para muestra, este <a href="http://www.wendygarciaortiz.com/2012/12/el-abrazo-eterno-de-un-desconocido.html" target="_blank">botón</a>).<br />
<br />
<b>CITA A CIEGAS</b><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuEqoy5Avqxtcd5BT_JpDHX-wuZpEws33QVak1MV75EIZNJJdKjgN81OjTg8P8tEC1P1zcUde22YsLcFK9JQHdowatumfYiSe_6_qLDPXPqkOvuKNvMtkimNu_MaEPGhaC5OPF5lHnS-Q/s1600/virginia_woolf.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuEqoy5Avqxtcd5BT_JpDHX-wuZpEws33QVak1MV75EIZNJJdKjgN81OjTg8P8tEC1P1zcUde22YsLcFK9JQHdowatumfYiSe_6_qLDPXPqkOvuKNvMtkimNu_MaEPGhaC5OPF5lHnS-Q/s200/virginia_woolf.jpg" width="153" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Virginia Woolf</td></tr>
</tbody></table>
¿Con qué escritor me gustaría tomar un café? Pues con <b>Virgina Woolf</b> o con <b>Sylvia Plath</b>. Me conformo con cualquiera. Tengo muchas preguntas qué hacerles acerca de sus "demonios" y me gustaría entender qué significado tenía para ambas la muerte.<br />
<br />
<b>DÓNDE Y CUÁNDO</b><br />
Tengo un sillón que compré exclusivamente para leer, pero no lo uso. Siempre termino de espaldas sobre la cama. Y bueno, cuando tenía un horario de oficina, mi único tiempo disponible eran las deshoras. Con un par de libros me pasó que aprovechaba los semáforos en rojo para seguir leyendo, mientras conducía. Ahora, en esta nueva vida freelance, programé un horario para dedicarme a la lectura. Espero que me funcione.<br />
<br />
<b>COMPARTIR</b><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_w7WltRmgCyzjlOObH8KrHzeCNAwosrtjHXiFF9IEnD6uU6b7XA0B1Itnr3pfO4StBnh2wDVLl00RC411qS6HI3c8y28HgCgjcvJckaMcvTmSiik1esU4WZNCHhoHgpPwOlJ1GsornHw/s1600/mw209018.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_w7WltRmgCyzjlOObH8KrHzeCNAwosrtjHXiFF9IEnD6uU6b7XA0B1Itnr3pfO4StBnh2wDVLl00RC411qS6HI3c8y28HgCgjcvJckaMcvTmSiik1esU4WZNCHhoHgpPwOlJ1GsornHw/s200/mw209018.jpg" width="165" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sylvia Plath</td></tr>
</tbody></table>
Me da mucho miedo compartir mis libros. Se los presto únicamente a quienes sé que me los devolverán, pero así fue como extravié <b>El Túnel</b>, de Ernesto Sábato (que nunca recuperé) y <b>A sangre fría</b>, de Truman Capote.<br />
<br />
<b>CLÁSICO PENDIENTE</b><br />
Uff, de esta categoría tengo muchos. Pero voy a confesar el que más me avergüenza: <b>El Quijote</b>. Lo empecé, hace muchos años pero no lo terminé.<br />
<br />
¿Y tú, cómo responderías a este cuestionario?Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-24658439197996288552013-01-03T08:08:00.000-08:002013-01-03T08:31:01.065-08:00Recomendación 5: Di su nombre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
A la muerte le tenemos miedo porque la abusiva no nos dice cómo vendrá ni a qué hora. No sé si son más afortunados aquellos que saben cuánto tiempo
tienen de vida, o quienes no pueden ni ver la guadaña.
Al final, los afectados somos los vivos. Nosotros quedamos en este mundo
renegando la ausencia, preguntándole al aire por qué y adelgazándonos
un poco cada día de tanta lágrima.<br />
<br />
De este período posterior a la muerte es que escribe Francisco Goldman, el periodista mitad guatemalteco y mitad judío estadounidense que publicó <a href="http://www.nytimes.com/2007/09/30/books/review/Curiel-t.html?_r=0" target="_blank">The Art of Political Murder: Who killed the Bishop?</a> en 2007 (investigación acerca del asesinato de Juan Gerardi). Curiosamente, de una muerte violenta el escritor se volcó tres años después sobre otra, pero esta vez envuelta en una tierna e intensa historia de amor: la suya con su esposa.<br />
<br />
Y cómo no iba a hacerlo, si la estaba sufriendo en carne propia. <b>Di su nombre</b> cuenta cómo vivió Goldman la ausencia de Aura. Las primeras páginas que leí de esta novela me exprimieron los ojos como trapito recién lavado. Las encontré en la <a href="http://www.gatopardo.com/ReportajesGP.php?R=169" target="_blank">Revista Gatopardo</a>, en su edición de noviembre de 2012. Y tanto así me conmovió la historia que, uno de los primeros títulos que busqué en la abrumadora Feria Internacional del Libro de Guadalajara, fue este.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBscyWZmqc9LDA2_MnO_FXgVvwMUvZHVt90Y7FKSSo7odZozfNbouwsBDNXmIBSGUKGubzUqjUA4SjiaI1gtCcDKGobvElp7RH60YzBCr42nMP5m1avR7UtmFwY39RP16AFfWmaAUaFqQ/s1600/IMG02444-20130102-2217.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="242" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBscyWZmqc9LDA2_MnO_FXgVvwMUvZHVt90Y7FKSSo7odZozfNbouwsBDNXmIBSGUKGubzUqjUA4SjiaI1gtCcDKGobvElp7RH60YzBCr42nMP5m1avR7UtmFwY39RP16AFfWmaAUaFqQ/s320/IMG02444-20130102-2217.jpg" width="320" /></a>Tengo marcada casi cada página. No miento. Esto me pasa cuando me siento muy identificada con algún personaje. En este caso, con los dos principales. Cada vez que tomaba el libro en mis manos, me era muy difícil soltarlo. Yo sabía que tenía que dormir, comer, trabajar, pero no quería dejar solo al escritor en su duelo. Quería entender qué había pasado con Aura, por qué la suegra le echaba la culpa a él, cómo había sido la boda de estos dos intelectuales y escritores, qué había hecho Goldman con los cuentos de su esposa... Creo que lo terminé en tres días o en cinco... Eso no es importante.<br />
<br />
Esta historia sirve para valorar la vida en pareja que tenemos, si es que la hay. Si la perdimos, también funcionará esta reflexión, pero además nos permitirá conocer cómo es el sufrimiento masculino, ese que no es diferente si llega a los 18 que a los 50 años de edad. <br />
<br />
Cómo lamento no haber podido leer el libro antes de encontrarme con Paco (sí, ahora que les conté lo que me hizo sentir su novela, me siento en la libertad de tutearlo) en una charla de la FIL de Guadalajara. Hubiera prolongado su abrazo, le habría confesado sin ningún pudor las noches que lo acompañé desde mi cama, le daría mi pésame con un beso en la mejilla... No sé. Es que, lo que en realidad sucedió fue muy breve y frívolo. ¡Qué mala soy!<br />
<br />
Una mexicana que esperaba junto a mí a Paco, y a quien le pedí favor que me tomara una foto con él, me contó que también leyó las primeras páginas de <b>Di su nombre</b> en la Gatopardo. Me explicó que había llorado durante su lectura y que había corrido a comprar el libro. Me confesó: "Así quisiera que escribiera un hombre acerca de mí cuando yo me muera". <br />
<br />
No digo más. Les comparto algunas de esas palabras que marqué, pero la verdad es que les recomiendo que empiecen a leerlo. Habrá que pedirlo a Sophos porque aún no está en Guatemala.<br />
<br />
"(...) la gente sí te mira cuando advierten que tienes los ojos enrojecidos y húmedos, y los labios torcidos por una mueca de sollozo. Me pregunto qué creen estar viendo y qué motivo imaginan para el llanto. A simple vista, una ventana se ha abierto de forma breve y alarmante."<br />
<br />
"¿Había sido mi destino entrar en la vida de Aura cuando lo hice o me metí donde no debía y torcí su camino predestinado?"<br />
<br />
"Ése es el lugar donde íbamos por hamburguess y unas copas ya tarde por la noche, ése el lugar donde íbamos por el brunch y aquél el-restaurante-en-el-que-siempre-peleamos. Caminar por estas calles es ahora eso: nombrar en silencio cada una de las paradas."<br />
<br />
"(...) a veces vaciaba todo un cajón sobre la cama y me tumbaba sobre la ropa boca abajo. Sabía que en algún momento tendría que deshacerme de estas cosas (por lo menos de su ropa), que allá afuera había alguien que no podía costearse un abrigo completo y cuya vida sería más soportable con él (...) Pero aún no estaba preparado para dejar ir nada."<br />
<br />
"¿Qué pensaste sobre esa larga noche, mi amor, mientras yacías ahí muriendo, con heridas tan terribles como las de cualquier soldado en una guerra, y totalmente sola? ¿Me culpaste? ¿Pensaste en mí con amor al menos una vez? ¿Pudiste ver o escuchar o sentir cómo te quería?" <br />
<br />
"Esta idea convierte la muerte de Aura en algo que nunca dejará de suceder, como si el absurdo ventilador de la oficina del ministerio público dispersara su muerte en el universo por siempre, como si el sol y las luces del mundo fueran ahora como la luz de esa oficina y rechinaran frenéticamente sobre la tierra, durante la noche y ante mi vista, sin importar que mis ojos estén abiertos o cerrados."Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-68035801210028864922013-01-02T21:41:00.002-08:002013-01-02T21:41:38.973-08:00 HAPPY NEW YEAR
<style>
<!--
/* Font Definitions */
@font-face
{font-family:"MS 明朝";
panose-1:0 0 0 0 0 0 0 0 0 0;
mso-font-charset:128;
mso-generic-font-family:roman;
mso-font-format:other;
mso-font-pitch:fixed;
mso-font-signature:1 134676480 16 0 131072 0;}
@font-face
{font-family:"MS 明朝";
panose-1:0 0 0 0 0 0 0 0 0 0;
mso-font-charset:128;
mso-generic-font-family:roman;
mso-font-format:other;
mso-font-pitch:fixed;
mso-font-signature:1 134676480 16 0 131072 0;}
@font-face
{font-family:Cambria;
panose-1:2 4 5 3 5 4 6 3 2 4;
mso-font-charset:0;
mso-generic-font-family:auto;
mso-font-pitch:variable;
mso-font-signature:3 0 0 0 1 0;}
/* Style Definitions */
p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal
{mso-style-unhide:no;
mso-style-qformat:yes;
mso-style-parent:"";
margin:0cm;
margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:12.0pt;
font-family:Cambria;
mso-ascii-font-family:Cambria;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"MS 明朝";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Cambria;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;
mso-bidi-font-family:"Times New Roman";
mso-bidi-theme-font:minor-bidi;}
.MsoChpDefault
{mso-style-type:export-only;
mso-default-props:yes;
font-family:Cambria;
mso-ascii-font-family:Cambria;
mso-ascii-theme-font:minor-latin;
mso-fareast-font-family:"MS 明朝";
mso-fareast-theme-font:minor-fareast;
mso-hansi-font-family:Cambria;
mso-hansi-theme-font:minor-latin;
mso-bidi-font-family:"Times New Roman";
mso-bidi-theme-font:minor-bidi;}
@page WordSection1
{size:612.0pt 792.0pt;
margin:72.0pt 90.0pt 72.0pt 90.0pt;
mso-header-margin:35.4pt;
mso-footer-margin:35.4pt;
mso-paper-source:0;}
div.WordSection1
{page:WordSection1;}
-->
</style>
<br />
<div class="MsoNormal">
Mira, no pido mucho,</div>
<div class="MsoNormal">
solamente tu mano, tenerla</div>
<div class="MsoNormal">
como un sapito que duerme así contento.</div>
<div class="MsoNormal">
Necesito esa puerta que me dabas</div>
<div class="MsoNormal">
para entrar a tu mundo, ese trocito</div>
<div class="MsoNormal">
de azúcar verde, de redondo alegre.</div>
<div class="MsoNormal">
¿No me prestás tu mano en esta noche</div>
<div class="MsoNormal">
de fìn de año de lechuzas roncas?</div>
<div class="MsoNormal">
No puedes, por razones técnicas.</div>
<div class="MsoNormal">
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,</div>
<div class="MsoNormal">
el durazno sedoso de la palma</div>
<div class="MsoNormal">
y el dorso, ese país de azules árboles.</div>
<div class="MsoNormal">
Así la tomo y la sostengo,</div>
<div class="MsoNormal">
como si de ello dependiera</div>
<div class="MsoNormal">
muchísimo del mundo,</div>
<div class="MsoNormal">
la sucesión de las cuatro estaciones,</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW4CUKkbYYZHuXtnhzqPZP-sZHmXnxmc_xn35giJ9BUb8QY15fZLvWoXCv4burK_Pz5vQfjfjS_Cky97T6kfQil6J6Wl0ik7MpFMDPqr3t-Gm4TrxJjZlCC3h0XAhTS0_Xbpf1jZP5NV4/s1600/julio-cortazar-3-e1287852520313.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhW4CUKkbYYZHuXtnhzqPZP-sZHmXnxmc_xn35giJ9BUb8QY15fZLvWoXCv4burK_Pz5vQfjfjS_Cky97T6kfQil6J6Wl0ik7MpFMDPqr3t-Gm4TrxJjZlCC3h0XAhTS0_Xbpf1jZP5NV4/s1600/julio-cortazar-3-e1287852520313.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Julio Cortázar</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
el canto de los gallos, el amor de los hombres. </div>
Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-955459815351995376.post-50911340455204410652012-12-02T11:12:00.002-08:002012-12-02T11:23:33.456-08:00El abrazo eterno de un desconocidoHay personas que nos abrazan con sus palabras; desconocidos que nos envían por medio del viento la respuesta a nuestras dudas... o tal vez solo una frase que alimenta (o hace renacer) nuestra esperanza.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCylF6f6IOshU0OJSSnPzmCC2mao7__86s3GlXbb6MANzMXs6Vl_LxewIrUVyKyZ3fFYnDkx2My-ZmRYPR9KyLRRQX9GFGp5gB3_Q4CIUrHITWRhkgNQQ6cMiAy8jHo4qaa7q7QncWKNo/s1600/montajeC.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCylF6f6IOshU0OJSSnPzmCC2mao7__86s3GlXbb6MANzMXs6Vl_LxewIrUVyKyZ3fFYnDkx2My-ZmRYPR9KyLRRQX9GFGp5gB3_Q4CIUrHITWRhkgNQQ6cMiAy8jHo4qaa7q7QncWKNo/s400/montajeC.jpg" width="177" /></a></div>
<br />
El escritor serbio Goran Petrovic no tiene idea de lo que me hizo esa tarde. Su abrazo (físico y emocional) seguirá conmigo durante la lectura de su novela <a href="http://www.lecturalia.com/libro/55125/atlas-descrito-por-el-cielo" target="_blank">Atlas descrito por el cielo</a>.Wendy García Ortizhttp://www.blogger.com/profile/00291525798405348610noreply@blogger.com0